Conocida como Casa de Cimadevilla, aparece documentada en 1745 como perteneciente a la familia Valdés. Sufrió distintas variaciones para adecuarla a su uso actual, asilo de ancianos. Originalmente era una casona de tres plantas de estilo barroco asturiano.

La planta del edificio, junto con los añadidos, tiene forma de ¿U¿, con jardín y huerta cercados por un muro de mampostería con 2 accesos. Destaca la entrada realizada a base de una abertura en arco carnapel en sillar, rematada lateralmente en dos gruesas volutas. En el centro se eleva un cuerpo a modo de ático con hornacina y frontón partido, con el vértice triangular, que contiene un escudo y dos pináculos al estilo barroco.

En el patio se encuentra una capilla neogótica, en cuya fachada aparece la fecha de 1889, aunque fue reconstruida en 1945. En ella están enterrados los marqueses de San Feliz. Tiene dos escudos, uno con flores de lis de los Argüelles y el otro con cuarteles de los Ciaño Sanfrechoso y Valdés.

Esta capilla consta de una nave dividida en cuatro tramos, con cabecera cuadrada y cubierta con bóveda de cañón con lunetos, la sacristía y el pórtico están adosados al muro oeste. La portada, realizada en sillar, se estructura en un arco apuntado formado por molduras y motivos florales que enmarca tres rosetones y lacerías neogóticas, en el hastial se encuentra otro rosetón y se remata con pináculos, la puerta es adintelada.

Es de propiedad privada pero existe la posibilidad de visitarlo hablando con las monjas que lo gestionan.